¿Cómo ayudarle a aquirir buenas costumbres alimenticias?
"Cómete la sopa y así crecerás", "Acábate las verduras porque son buenas para la salud"... ¿A quién no le han dicho esas y otras frases para inculcarle buenos hábitos alimentarios? En las próximas semanas, acabarás diciéndole lo mismo a tu niño cuando haga muecas ante el puré de pallares o escupa sistemáticamente el brócoli que has preparado con todo el amor del mundo. Pero no te des por vencida, las buenas costumbres se adquieren desde muy temprana edad mediante la diversificación alimentaria. Aunque te advertimos que la aventura de alimentarse bien no es un camino de rosas.
La alimentación del bebé
El sistema digestivo del niño no madura totalmente hasta los 2 años de edad, por lo que el 50% de los bebés de 13 a 18 meses que come lo mismo que sus padres, están en riesgo de debilitar su intestino, pieza clave del sistema inmunitario.
El 64% de los niños de 6 a 8 meses tiene anemia y un 28% de los niños entre 2 y 3 años sufren el mismo problema.
Los aportes de proteínas mediante alimentos constructores (en especial carne, pescado y huevos) suelen ser muy elevados entre los 6 y los 36 meses. Ello puede provocar sobrepeso e incluso obesidad infantil. La dosis apropiada es de 20 g al día hasta los 12 meses y de 30 g al día después del año.
Reglas básicas para bebés de 6 a 8 meses
4 comidas al día equilibradas en carbohidratos, proteínas, frutas, verduras, productos lácteos y cereales. Además de 1 merienda a las 4 de la tarde.
Nada de comer entre comidas ¿Tu hijo tiene hambre durante la mañana o en mitad de la noche? Ofrécele un vaso con agua y aumenta un poco las raciones en las próximas comidas.
Intenta variar el menú de cada semana para estimular su gusto. Darle siempre los mismos alimentos podría reducir sus ganas de probar novedades.
Pescado/carne: una sola vez al día. 3/4 de cucharada entre los 6 y los 12 meses, 30 g entre los 12 y los 36 meses y 50 g entre los 3 y 4 años.
Huevos: se empieza por la yema (a partir de los 10 meses) y a partir del año el huevo entero.
En cuanto a la sal, no hace falta agregarla a los platos caseros ni las papillas comerciales. No es mala idea conservar esa costumbre el resto de la vida.
Reserva las bebidas azucaradas para ocasiones especiales, como, por ejemplo, un cumpleaños. En el resto de casos, agua.
